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Giuseppe y Maria, mis padres, protagonistas de esta historia

Esta obra todavía no está digitalizada

Conocer a Michele Castelli, Profesor Asociado y ex Director de la Escuela de Idiomas Modernos de la Universidad Central de Venezuela, es conocer a una personalidad comprometida consigo mismo y con lo que lo rodea. Ello le impide pasar desapercibido donde quiera que esté, ya que esa motivación al logro innata del inmigrante europeo lo obliga a entender, manejar, mejorar e inventar cosas y situaciones. En otras palabras, le impide ser uno más del montón. Lo ha demostrado durante su trayectoria como docente, investigador y gerente universitario. Lo que no conocía de Michele Castelli es esa facilidad de transmitir recuerdos, de una manera tan sencilla pero a la vez hermosa y apasionada. Lo descubrí al leer esta excelente obra intitulada Érase una vez... Giuseppe, en la cual relata la historia de otro hombre apasionado y empren-dedor, Giuseppe, su padre. Este relato está realizado de manera tal que hace prácticamente imposible suspender su lectura una vez iniciada.

Al rendir homenaje con esta obra a su padre, Michele Castelli también lo está haciendo con ese gran número de inmigrantes europeos que luego de la segunda guerra mundial se marcharon al Continente Americano en busca de un futuro mejor para ellos y para sus familias. Gente con escasos recursos económicos e intelectuales pero con un gran espíritu de lucha y superación, que luego de inmensos esfuerzos construyeron la columna vertebral del comercio y de la pequeña y mediana industria de nuestros países. Ello sin olvidar la constitución de hogares dignos, estables y respetados que condujeron a la creación de individuos sobre los cuales se soporta en gran medida la cultura, la ciencia y la tecnología de nuestros jóvenes países americanos. Un solo ejemplo de perseverancia que puede reflejar lo antes descrito, lo saco del libro: como inmigrante Giuseppe fue barbero, peluquero, comerciante e industrial antes de perderlo todo y volver a comenzar con el mismo ímpetu de cuando, para salvar su hogar y el de su familia tuvo que emigrar, afortunadamente para nosotros, a Venezuela.

Estoy convencido de que esta obra de Michele Castelli será un éxito total. Primero por la excelente manera de como está escrita y segundo porque nos permite, a los hijos de esos inmigrantes ejemplares, recordar con cariño y orgullo a nuestros padres. Una forma de sentirnos dignos de ellos es seguir luchando por construir un mejor país para todos.

!Muchas gracias Michele por esta excelente obra!

 

Prólogo de

Giuseppe Gianneto

Vice-Rector Académico

Universidad Central de Venezuela

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